Ciudad del pecado
Drogas, Placer y Gloria
Otro día en Glen Parl me encontraba reunido con un par de negros del barrio, con el viejo Spoon y un negro nuevo llamada Snow, quería que el nuevo negro disfrutara de una buena noche en el barrio, de esas noches llenas de excesos que solemos tener, le dije a Snow que les tenia una sorpresa y que se prepararan
Salimos del barrio en el auto directo a un lugar que sabia que a estos negros les encantaría
Antes de entrar les di algo de dinero a mis negros pues al fin y al cabo era un regalo que les quería dar, que pasaran un rato agradable y que pudiesen disfrutar, hemos trabajado muy duro para sacar el barrio adelante y pues se merecían esto
Entramos y allí estaba mi viejo amigo, el que maneja el negocio aquí, el sujeto me dio una muy buena bienvenida y nos dijo que por cortesía la casa nos realizaba un descuento con las nenas, ese Snow estaba mas emocionado al darse cuenta que estábamos donde las perras, subió corriendo el negro ese
La primera chica que vi fue a una conocida, la vieja Rose, ella es la que por lo general me consigue las chicas guapas pues lleva muchos años en este negocio
Ese maldito negro fue más rápido que un conejo, de verdad que le hizo honor a los polvos de los gallos, la chica lo hizo venirse al tiro, al parecer ese negro no se tiraba a una nena en días o quizá aya sido que la nena era demasiado voltaje para el, pero bueno lo que contaba era que se divirtiera
Yo no me podía quedar atrás, deje al Snow solo para que se siguiera divirtiendo mientras busque una linda gata para que me hiciera el trabajito, vaya nena para ser de garganta profunda, estas perras de verdad saben lo que hacen, estuve un buen rato con esta nena y me logre relajar demasiado, estaba muy tenso
Llevaba rato sin ver al gordo de Snow, entonces termine con la nena y fui a buscarlo, este tampoco estaba perdiendo el tiempo, pues ya tenia una nena haciendo de las suyas, se que el gordo lo necesitaba pues últimamente había estado muy aburrido por temas con mujeres
Salimos de ese lugar más relajados que nunca, estos negros disfrutaron mucho la noche, y obvio yo también lo disfrute demasiado, salimos del lugar directo al barrio a terminar de relajarnos con algo de música y unos porros, fue otra buena noche de las que solemos tener en el barrio.
Me encantó
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